Si es un día frío y no sabéis como calentar vuestro cuerpo, os aconsejo que preparéis este estofado de ternera ya que desde que te metes en la cocina y entras en faena, va entrando uno en calor. Los guisos y estofados tienen ese algo casero que nos reconforta y anima no solo el cuerpo sino el espíritu; nos llena de agradables sensaciones y puede que de recuerdos entrañables como, cuando de pequeño, nos ponían un plato de guiso al llegar a casa después de estar una mañana entera bregando en el cole y dando bocaos a las esquinas.
Es un plato muy sabroso y bastante sencillo de cocinar, la carne quede melosa y gracias a los condimentos, la salsa presenta un sabor intenso y el golpe final de romero y piel de naranja, es definitivo para convertirla en irresistible y peligrosa teniendo una hogaza de buen pan al mano.
En lugar de un recipiente cerrado, he cocinado este estofado en lo que aquí en Andalucía solemos llamar perol, recurriendo a una tapa para hacer el "efecto olla" que todo buen estofado debe tener para aprovechar los jugos y aromas de la cocción a fuego lento, ya que se me apetecía estrenarlo precisamente por los recuerdos que este artilugio me trae de la niñez.
2 cebollas grandes
220 ml de caldo de verduras
700 gr de carne de ternera
2 cucharadas de concentrado de tomate
200 ml de vino tinto
1 tira de cáscara de naranja
100 gr de nata de cocinar
Ralladura de 1/4 de limón
1 paquete de pasta
2 cucharadas de mantequilla
Aceite de oliva
Pimienta negra
Pimentón dulce
1 tomate mediano
4 zanahorias
1 hoja de laurel
Romero fresco
4 rabanitos
Sal
Pelar las cebollas y las zanahorias, cortarlas en dados pequeños. Llevar el caldo de verduras a ebullición.
Trocear la carne en dados grandes y espolvorear con pimienta molida.
Calentar el aceite en una cazuela de 28 cm de diámetro. Sofreír la carne por todos los lados durante unos 10 minutos y, a continuación, dejar cocer a fuego lento unos 5 minutos más.
Añadir las cebollas y dejar que pochen durante 2 minutos. Incorporar las zanahorias cortadas a rodajas.
Sumamos a la cazuela el pimentón, el concentrado de tomate y sofreir durante otros 5 minutos.
Añadir un buen chorro de vino tinto (no todo) y dejar cocer a fuego lento 7-8 minutos. Pelar y trocear muy fino el tomate y verter en la cazuela. Añadir el resto del vino y dejar que reduzca durante 10 minutos.
Añadir el caldo de verduras, los rábanos y el laurel tapar y dejar cocer a fuego lento durante aproximadamente 1 hora.
Una opción más rápida, es la de pasar el conjunto a una olla rápida y dejar cocer 10-12 minutos desde que el silbato comience a pitar, de esta manera la carne se reblandece enseguida.
Sazonar la nata con la ralladura de limón, la sal y la pimienta.
Pasada la hora, quitar la tapa y añadir un par de ramitas de romero fresco y la cáscara de naranja al estofado y cocer otros 10 minutos más.
Pasados los 10 minutos, añadir la nata condimentada y remover hasta ligar bien la salsa.
Cocer la pasta justo antes de servir según las indicaciones del envase. Calentar 2 cucharadas de aceite en una sartén, saltear la pasta. Servir el estofado con la pasta espolvoreando perejil picado y en platos hondos.
Si se prefiere la salsa más espesa, en el último paso antes de agregar la nata, dejar cocer hasta que espese un poco más. Añadir la nata y listo.
Fuente: Lidl
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